Primero de todo, ¿qué es la especificidad?

La especificidad es el nivel de similitud o proximidad de un ejercicio/entrenamiento respecto a la realidad competitiva. Cuanto más te alejas, más inespecífico. Cuanto más te acercas y más condicionantes respetas, más específico.

En función del momento y objetivos, tú decides si eres más o menos estricto con esa especificidad.

Al correlacionarse con la realidad competitiva, la especificidad es variable en cada deporte, aunque algunos puedan tener más similitudes en función de las variables en las que nos estemos fijando: tipo de superficie, espacios, oposición o no, colaboración o no, etc. pero como no hay dos deportes iguales, cada uno tendrá sus peculiaridades.

El trabajo específico es el que más mejora produce en los deportistas debido a la similitud de estímulos y mayor transferencia de adaptaciones. El problema es que esa especificidad también implica incidir de forma desigual sobre articulaciones y patrones de movimiento concretos (los propios de ese deporte).

Esto puede generar descompensaciones a diferentes niveles, especialmente en deportes asimétricos, que utilizan más un brazo o una pierna que la otra, o en deportes aparentemente simétricos pero donde la lateralidad del deportista o su posición en el campo, se encaminarán también hacia esa asimetría.

Por este motivo, el trabajo inespecífico, complementario y compensatorio, también es importante, y lo que caracteriza a un buen profesional es saber cuándo es el mejor momento para cada cosa y en qué dosis.

Veamos ahora con un ejemplo

Entrenamiento/Propuesta Inicial:

Carrera continua por la montaña donde se combinarán superficies llanas, subidas y bajadas.

Contexto para el caso práctico:

Deporte de pista, concretamente baloncesto, en período de Off Season

Es importante recordar que la especificidad va en función del contexto y el deporte, porque si habláramos de un Corredor de Carreras de Montaña, esta sesión ya sería muy específica para él, respecto a lo que supondría para un jugador de baloncesto, un nadador o un portero.

Propuesta Modificada hacia una mayor especificidad:

Hasta aquí el caso práctico imaginado modificando variables y estímulos. Se podrían utilizar todas las opciones, algunas de ellas o incluso crear una progresión para diferentes sesiones.

Reflexión

¿Esta 2ª propuesta es la más específica? No

¿Esta 2ª propuesta es más específica? Sí

Ah pues mira, ¿ya tengo hecho el entrenamiento de mañana? NO.

¿Hay que hacer este entrenamiento? No, o al menos “no lo se”. Para un deportista concreto un profesional cualificado deberá decidir cuál es la mejor opción en ese momento.

Conclusión

La especificidad no es un botón con dos opciones:

Es una línea gradual que va de menos a más y que te permite ordenar tus tareas en función de este criterio, incluso dentro de la misma tarea/actividad, introduciendo variantes o modificando estímulos.

Este caso práctico inventado no es una prescripción o una recomendación de entrenamiento, simplemente es la demostración de que aunque pensar en blanco o negro aparentemente nos facilita mucho las cosas, también existen muchos grises, y no solo eso: la paleta de colores ofrece muchas más opciones y combinaciones.

Tus conocimientos + experiencia, el contexto, el momento y las necesidades del deportista, definirán los objetivos y marcaran el camino. Luego toca colorear.

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