A veces, nos creamos nuestros problemas futuros cuando no definimos bien algunos conceptos o cuando dirigimos nuestra atención en la dirección equivocada. 

La atención es una capacidad limitada, por lo que debemos elegir cuidadosamente dónde queremos enfocarnos.

No podemos hacerlo todo y las distracciones son solo la prueba de que no estamos enfocados en la dirección correcta.

Entonces, si necesitamos elegir, ¿cuáles son los criterios? Justo allí, en ese momento, generalmente nos confundimos porque necesitamos motivación y tratamos de encontrarla en todas partes. Sin embargo, si no está bajo tu control, puedes perderte cuando sucedan algunas cosas que no comprenderás, o cuando hagas tu mejor esfuerzo y no logres lo que deseas.

¿Qué debemos hacer entonces? Redefinamos algunos conceptos y redirijamos nuestra atención:

¿En qué debes concentrarte?

En resumen…

¿En qué debes concentrarte?