Christopher Michael Langan nació en San Francisco, California (EEUU) el 25 de marzo de 1952. Ha pasado su vida trabajando como obrero de la construcción, vaquero, granjero y, sobre todo, como portero en un bar de Long Island. Y, sin embargo, es uno de los hombres más inteligentes del mundo. 

Para que nos hagamos una idea:

 

Sin embargo, como hemos dicho al principio, no ha inventado ningún software, no ha descubierto ninguna teoría, ni ha pasado a la historia por su aportación a la ciencia. Sólo forma parte de una lista de las personas con los CI más elevados. ¿Por qué?

El contexto y entorno, importa

Los orígenes de Langan hablan por sí solos. Su madre, natural de San Francisco, vivía apartada de su familia. Tuvo cuatro hijos, de los cuales, Chris era el mayor. Su padre desapareció antes de que él naciera, se decía que había muerto en México. El segundo marido fue asesinado, el tercero se suicidó. Y el cuarto era un periodista fracasado llamado Jack Langan. 

La pobreza en el seno familiar era devastadora. El propio Langan hablaba así de la situación:

“A día de hoy, no he conocido a nadie que sufriera en su infancia de una pobreza como la que padecía mi familia. No teníamos ni un par de calcetines iguales, pero sí agujeros en los zapatos. Y en los pantalones. Siempre llevábamos la misma ropa. Recuerdo con mis hermanos lavando en la bañera nuestra única ropa: lo hacíamos en pelotas porque no teníamos otra cosa que ponernos.” 

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El hombre que le dio el apellido se emborrachaba, desaparecía durante días. Usaba un látigo para mantener a los hijos a raya. No conservaba ningún empleo y arrastraba a la familia de una ciudad a otra.

Y, entre toda esta miseria, Chris era un genio:

Chris no se molestaba en ir a la escuela, sólo para hacer los exámenes. Con un par de días le bastaba para absorber la materia de un semestre. La escuela no estaba preparada para tratar a un chico como Chris. En palabras de su hermano, Jeff: “No creo que la escuela entendiera nunca lo dotado que estaba Chris”. 

Cúmulo de errores

Cuando se graduó en el instituto, a Langan le ofrecieron dos becas, con todo incluido: una para Reed College de Oregón y otra para la Universidad de Chicago. Escogió Reed y, como él mismo ha reconocido, se equivocó. El choque cultural era demasiado grande. 

Langan era un chico con el pelo rapado que había estado trabajando de jornalero durante los veranos en Montana y estaba rodeado de chicos con el pelo largo, perfectamente cuidado, y con un pasado bastante fácil en Nueva York. Huía a la biblioteca.

Perdió la beca y para que se la renovaran, su madre tenía que presentar una declaración financiera familiar. No lo hizo o no lo hizo a tiempo. El caso es que no le renovaron la beca. Dejó la universidad y volvió a Bozeman (Montana), donde trabajó en la construcción y como bombero de servicios forestales durante año y medio. 

Después se matriculó en la Universidad del Estado de Montana. Sin embargo, también renunció, sobre todo, después de un problema de transporte. No podía asistir a las clases por la mañana, porque se le había caído la transmisión del coche y le pidió al profesor que las pasara a la tarde. Se lo denegaron con estas palabras: “Mira, hijo: después de ver tu expediente en Reed College, veo que aún te falta aprender que todo el mundo tiene que hacer sacrificios para conseguir una educación. Petición denegada”. La respuesta del decano fue la misma. Langan se lamentaba de que él sabía más que los profesores.

A partir de ese momento, trabajó en múltiples trabajos, todos como peón: construcción, administrativo. Aunque se continuó formando por su cuenta: filosofía, matemáticas y física. Pero sin credenciales académicas. Escribió un tratado, el “Modelos Teórico Cognoscitivo del Universo”, (CTMU, en sus siglas en inglés), o como lo llamó él: ‘una verdadera teoría del todo’ un cruce entre el ‘Universo Participativo’ de John Archibald Wheeler y la teoría de la cosmología del ‘Tiempo Imaginario’ de Stephen Hawking».

La lección de Langan:

Langan nació inteligente, sí. Pero el CI es una medida de capacidad innata, mientras que el sentido común social es conocimiento y hay que aprenderlo. Esta última capacidad, es un conjunto de habilidades que se desarrollan,, que proceden de algún sitio; y parece ser que el lugar de donde obtenemos esta clase de aptitudes y habilidades es en el entorno familiar. Y, como hemos visto, en su entorno familiar no las aprendió. 

Pero en la escuela tampoco tuvo “suerte”. Si alguien hubiera reconocido su inteligencia, y si él hubiera procedido de una familia que valorase la educación, se habría asegurado de que no se aburriera en clase y que no renunciara a la Universidad. Incluso, a poder haber escogido mejor la que más le convenía.

“Si Chris hubiera nacido en una familia rica, si hubiera sido hijo de algún médico bien relacionado en algún mercado principal, te garantizo que habría sido uno de esos tíos que salen en el periódico porque coleccionan carreras con diecisiete años”

Jeff Langan, hermano de Chris.

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Chris Langan tuvo que hacer su camino solo, y nadie –ni las estrellas del rock, ni los atletas profesionales, ni los millonarios del software, ni siquiera los genios- han alcanzado nunca el éxito por sí solo.

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Bibliografía 

Gladwell, M. (2011). Primera Parte: La oportunidad. Fuera de serie (Outliers): Por qué unas personas tienen éxito y otras no. (14-186). Madrid: Punto de lectura