¿Qué es un bosu?

Un bosu es una superficie inestable, con forma de semiesfera.

Se puede utilizar poniendo la parte plana boca abajo o hacia arriba.

Podemos utilizarlo para trabajar el tren inferior, el tren superior o la zona del core, de forma protagonista. Lo que tienen en común es que la inestabilidad de la superficie nos obligará a reajustarnos e intentará desestabilizarnos.

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A partir de aquí, habría que tener algunas cosas claras:

No es lo mismo Inestabilidad que Perturbación.

La inestabilidad del bosu ofrece una superficie irregular de forma constante.  Podemos adaptarnos a ella mejor o peor, nos puede dominar o que la dominemos nosotros, pero desde el principio, tenemos claro lo que hay y esa inestabilidad no va a cambiar.

Una perturbación simplemente es un elemento externo que nos obliga a reajustarnos, ya sea por su variabilidad o impacto, ya que la perturbación acostumbra a aparecer por sorpresa y de forma imprevisible.

(Perturbación: Alteración o trastorno que se produce en el orden o en las características permanentes que conforman una cosa o en el desarrollo normal de un proceso.)

Ahora piensa, ¿cuál de las dos situaciones produce más lesiones en tu disciplina deportiva?

El tipo de trabajo que ofrece es Inespecífico:

Cuanto más respete un ejercicio o actividad las condiciones del juego real, más especificidad, y por lo tanto más transferencia a situaciones que posteriormente el deportista se pueda encontrar en su realidad competitiva.

Sabiendo esto, es muy fácil entender lo siguiente: en un deporte de superficies planas, no hay superficies irregulares. ¿Aprender a “vivir” sobre una superficie irregular, es aprender a trabajar sobre una superficie plana? No. Si en cambio, me dedico a hacer carreras de montaña, con terrenos irregulares, ahí si que podría tener más utilidad, transferencia y especificidad.

¿Pero si piso a alguien en un partido o entrenamiento, eso se podría considerar una superficie irregular/inestable, no?

¿Cuándo pisas a alguien en una carrera, un cambio de dirección o después de caer de un salto, lo haces a la misma intensidad que cuando trabajas en el bosu?

Si la respuesta es no, sigue siendo un trabajo inespecífico porque la intensidad no es real. Si la respuesta es si, valora el riesgo de ese trabajo y tú decides si te compensa, ya que existen otras alternativas más seguras para mejorar esos patrones motores.

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Entonces, ¿qué aporta un bosu?

La superficie inestable puede ser un recurso interesante para utilizar como estímulo puntual, teniendo en cuenta que me obligará a adaptarme a algo nuevo, activará mi conciencia corporal, descubriré si domino mi cuerpo en esa situación o no, y puede dar variabilidad y estimulación nueva a un entrenamiento, entendiendo que estoy trabajando de forma inespecífica. Esto no sustituirá luego un trabajo más específico, en condiciones más cercanas a mi realidad competitiva, respecto a intensidad, superficie, apoyos y activación neuromuscular.

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Conclusiones:

1. Como la mayoría de recursos, será útil en función del uso que le demos. El objetivo de trabajo y la necesidad del deportista, van siempre por encima del ejercicio en concreto, por muy bonito o visual que pueda ser.

2. Es necesario contextualizar qué tipo de trabajo me aporta, de qué me sirve (para mi deporte y para mi/s deportista/s) y cuándo me interesa utilizarlo o no, y por qué.

3. Yo no voy a tirar el bosu, pero lo que tampoco voy a hacer, es enseñar a un deportista a vivir en una situación irreal y diferente a la que se va a encontrar en la competición, creyendo que le estoy acercando a su realidad competitiva.

Palabras clave:  Inestabilidad, Perturbación, Especificidad