Probablemente mucha gente te valora y te ha valorado (y entonces tú acabas haciendo algo similar contigo) en valor absoluto y polarizado, es decir:

Vales o no vales

Eres muy buen@ o no lo eres

Tienes X cualidades/habilidades entonces eres así como jugador/a o como persona

No estás dando un rendimiento determinado pues a lo mejor es que no eres tan buen@

Y la lista podría ser infinita. Entonces, esto es un problema porque la gente que cree o apuesta por ti, espera tu máximo rendimiento (con las cualidades que presuponen que tienes) en cualquier sitio y en cualquier situación, y si pasado un tiempo no das ese rendimiento esperado, muchos directamente cambian a:

«Ui pues este/a nada»

«No vale»

«Como se perdió…»

“Vaya bluf…”

¡A TOMAR POR EL CULO! Así de claro os lo digo.

Si no van a valorar el contexto, entonces están haciendo trampas.

El contexto influye y muchísimo. El jugador/a tiene unas capacidades/habilidades que son entrenables y mejorables, pero que luego tiene que desarrollar y expresar en un contexto determinado. Quien de verdad confía en tus posibilidades, no debería hacerlo por lo que te ha visto hacer en un contexto concreto, sino que debería confiar por lo que cree que tienes dentro y los recursos que tienes para demostrarlo (si solo lo tienes dentro y nunca lo vas a mostrar, tampoco vale) adaptándote a un contexto determinado (o varios).

Si no van a valorar el contexto, entonces están haciendo trampas.

El problema es que de inicio prácticamente nadie te cuenta lo que hay y luego tampoco te ayudan. Te lo encuentras y te buscas la vida tú, con tus recursos. Cuando de verdad asumes que el contexto importa y lo que funcionó en un sitio puede que no funcione en otro, valoras que quizá no será fácil, pero a cambio, no te engañarás ni dejarás que te engañen, y entonces empezará a valer la pena. Luego los demás seguirán hablando, mejor o peor, eso nunca cambiará, pero tú sabrás quién confía en ti de verdad.

* Texto extraído y adaptado de una conversación real con un jugador/a.